Dr. Mario Pereyra.
De su libro "En busca de
la alegría de vivir"
Cuando todas las
cosas ayudan a bien.
En un estudio realizado por Taylor (1989). encontró que
las personas que poseían “ilusiones positivas” o sea que
asumían posturas positivas ante situaciones graves,
tendían a irles mejor que los que se aferraban a la
realidad firmemente. Esa actitud permite conservar la
esperanza en los momentos más sombríos y ver la luz al
final del túnel. Múltiples investigaciones han puesto de
relevancia que el optimismo y la esperanza son factores
claves de la resiliencia (Pereyra, 1997).
La paradoja de la resiliencia es que los peores momentos
pueden ser los mejores. En un estudio que dirigió
Stinnet (1985) sobre familias sólidas, encontró que en
momentos de crisis, el 75% de ellas habían descubierto
circunstancias positivas en medio del dolor y la
desesperación. Estaban convencidas que algo bueno había
surgido de todo eso. Muchas de las familias reconocieron
que después de capear el temporal, sus relaciones
reciprocas se habían tornado más cariñosas y apreciadas
que nunca.
La capacidad de resiliencia consiste en recobrarse de
los golpes no meramente “pasar la crisis”. La cuestión
no es soportar estoicamente la adversidad o buscar dejar
atrás la dificultad lo más rápido posible,
desembarazándose de los sentimientos dolorosos. No, por
el contrario, “Ia resiliencia implica integrar la
totalidad de la experiencia en la trama de la identidad
individual y familiar” (Walsh, 1998, 22). Significa
desplazar el foco de los perjuicios o danos del
infortunio a un paradigma basado en la competencia y
orientado a la fortaleza.
Nadie esta libre de problemas. La tensión es parte de la
vida. A veces la tragedia golpea fuertemente. ¿Cómo
superar las crisis? ¿De qué manera enfrentar la
fatalidad? Por medio del desarrollo de la capacidad
reparadora, al privilegiar la esperanza, buscando la
fortaleza interior y la ayuda de Dios. Es importante
escapar a la debilidad y la autocompasión que es la
metáfora madre de toda enfermedad y enfrentar los
desafíos. Decía Paulo Coelho (1997, 240), “el enemigo es
apenas un pretexta para probar nuestra fuerza” y las
desgracias son la oportunidad para crecer; esto es, ver
los problemas no como obstáculos sino como desafíos.
¿Cuántos dieran a luz una nueva fortaleza, nacida del
sufrimiento y la necesidad? Por eso es básico volver
fuerte al débil. No escarbar en la desdicha sino en las
fuerzas soterradas del espíritu. Buscar la resiliencia
protectora, La creatividad para descubrir otras
alternativas. Descubrir coma conservar la competencia
aun en circunstancias angustiantes.
Lic. Rosa Elena Ponce V. |