Dr. Salvador Cárdenas
Algunos problemas comunes
de la pareja
Hay algunos problemas comunes que se pueden presentar en la pareja y que
pueden afectar la vida sexual. Uno de ellos es la inapetencia sexual, donde un
cónyuge muestra desinterés en el sexo y provoca confusión, enojo y hasta baja
autoestima en su pareja. Este es el caso que mencioné anteriormente.
Habitualmente, es la mujer la que tiene una predisposición a
disminuir esa necesidad sexual que es más notoria en el hombre. Esto debe
erradicarse totalmente. La recomendación que puedo dar es que no creas que tu
pensamiento es el correcto. La realidad es que el pensamiento correcto es
entender que hay necesidades sexuales que deben ser suplidas en el matrimonio.
La inapetencia sexual debe ser combatida. Ésta se puede generar por
cansancio, rutina, estrés, enfermedades, etc. Todo esto debe hablarse
para encontrar una solución. Si usted es una persona que tiene
inapetencia sexual, muy probablemente su pareja no la tiene. Negarse al sexo
expone a su pareja al adulterio; a buscar afuera esa satisfacción sexual que no
está encontrando dentro del matrimonio.
Quiero aclarar que esto no justifica el adulterio. Nunca puede
justificarse esa traición de involucrarse emocional o sexualmente con una
persona del sexo opuesto, cuando ya se está casado. Lo aclaro por si alguien ha
cometido adulterio y se justifica diciendo que su pareja no estaba interesada
en satisfacerlo o satisfacerla sexualmente. Olvídese de ese pretexto. El
adulterio siempre es una falta gravísima ante Dios y ante su esposo o esposa. Es
una cobardía y una traición muy grande al pacto matrimonial.
Pero si es cierto que la persona que se está negando a la relación sexual puede
estar conduciendo a su esposo al adulterio. Por lo tanto, la inapetencia sexual
debe ser combatida y rechazada como tal, pues no ayuda en nada a la relación de
pareja.
Otro problema que se da, que tiene que ver principalmente con el
hombre y provoca que sea la mujer la que no queda satisfecha en la relación
sexual, es la eyaculación precoz. Es decir, cuando el hombre tiene una
relación sexual con su esposa, termina pronto y la mujer queda
insatisfecha. Es importante que esto también se hable y se busque solucionar.
Muchas veces, el hombre inicia la relación sexual en un grado de mayor
excitación que la mujer. El hombre debe aprender a controlarse y debe saber que
el nivel de excitación de la mujer tarda más que el del hombre. Por lo tanto, es
importante que el hombre actúe no con tanta velocidad, sino dando tiempo a que
la esposa tenga un mayor grado de relajación que favorezca su satisfacción
sexual.
La mujer también debe comprender que el hombre puede tener el
problema de eyaculación precoz, pero esto no la debe llevar a
aborrecer o a evitar esa relación sexual. Debe ayudar a su esposo
a que actúe de forma más tranquila para, poco a poco, controlar este
problema.
Para la eyaculación precoz no se recomienda tratamiento farmacológico, lo
importante es que se vayan conociendo como pareja para que se dé una buena
relación sexual. Si hay amor, paciencia y entendimiento sobre cómo es el
cuerpo del hombre y cómo es el de la mujer, tarde o temprano van a solucionar el
problema.
No hay que caer en reclamos o irritaciones, hay que entender que la relación
sexual en el matrimonio va mejorando conforme pasa el tiempo y, conforme ese
amor permanece, la relación sexual tiende a ser cada vez mejor.
Continuará
Lic. Rosa Elena Ponce V. |